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domingo, 30 de noviembre de 2014

Kovacic, el centrocampista que regatea a quien sea




Nombre: Mateo Kovacic

Fecha de nacimiento: 06-05-1994  (20 años)
Lugar de nacimiento: Linz, Croacia
Posición: Centrocampista
Carrera profesional: GNK Dinamo de Zagreb: 3 temporadas; F.C Internazionale: 3era temporada
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Pocas selecciones del mundo pueden presumir de tener a dos jugadores como Rakitic y Modric en su centro del campo, quienes juegan en dos de los equipos más importantes del planeta fútbol.  Croacia, que tiene buenos jugadores en otras líneas (Srna, Lovren, Mandzukic, etc.), se ha convertido, no obstante, en una fábrica de centrocampistas de perfil técnico, siendo Kovacic uno de los mejores nuevos proyectos.

En el Inter, Kovacic alterna según el partido o la situación del mismo dos funciones diferentes.  En la primera recibe muy atrás, en posición de pivote izquierdo, muchas veces casi pegado a banda.  Se muestra muy cauto en sus subidas y su cometido es la de jugar a 1 o 2 toques con la finalidad de comandar las posesiones largas de su equipo.  En la segunda, Kovacic parte de la misma posición pero se le da libertad para llevar a cabo su jugada favorita: trasladar el balón desde la línea divisoria hasta las cercanías del área rival. A simple vista, su físico trasmite incluso pesadez o tosquedad, pero nada más lejos de la realidad; Mateo no es ni una torre (1,81 metros) ni un jugador ni muchísimo menos pesado, sino todo lo contrario (63 kilos).  Esa baja masa corporal comporta una agilidad que es condición sine qua non para explotar su mejor virtud con diferencia: sus soberbias habilidades en el regate y en la conducción.  Con el primero, se libra del o los rivales que le marcan de cerca con poca o ninguna dificultad, mientras que con la segunda aprovecha el espacio en el campo rival para plantarse en 3/4 o en el borde del área en un abrir y cerrar de ojos.  Una vez allí, su último o penúltimo pase (ésto es, la entrega al jugador que ocupa la posición de extremo, quien da la asistencia final antes del remate) es imprevisible para los futbolistas del equipo contrario, los cuales no saben si va a soltar el balón o seguir conduciéndolo.

Kovacic debe aún, por otra parte, mejorar en varias facetas.  Tendría que ser más valiente con el disparo, porque cuando lo lleva a cabo luce un buen golpeo raso y ajustado y lo prueba poco, aunque quizás ésta escasez se explica más bien por lo retrasada que su posición en el campo (al menos de partida).  Lo que sí que es indiscutible es que, para soler jugar como centrocampista, es muy blando en el apartado defensivo.  De ahí que el seleccionador croata, si tiene que escoger para la posición de mediocentro entre él y Rakitic (el cual, como mediapunta que es, debería rendir peor) opte por el esfuerzo y el sacrificio que, como mínimo, demuestra el segundo.  Otro campo en el que es necesario que mejore es en los movimientos sin la pelota, de los cuales sólo se sostienen los apoyos cortos.  Una prueba de ello es que cuando intenta el "toca y vete" con el compañero, siendo Kovacic el que se desmarca, la jugada suele quedarse por el camino, motivo por el cual acaba prefiriendo hacerla él solo.

No acaba de entenderse cómo el Inter ocupa la novena posición de la Serie A con futbolistas en su plantilla como Vidic, Palacio, Icardi o el propio Kovacic, que es el más talentoso de todos ellos.  Veremos si la llegada de Mancini cambia la dinámica del conjunto milanés.  

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Roberto Firmino, el mediapunta con alma de delantero




Nombre: Roberto Firmino

Fecha de nacimiento: 02-10-1991  (23 años)
Lugar de nacimiento: Maceió, Brasil
Posición: Mediapunta
Carrera profesional: Figueirense FC: 1 temporada; TSG 1899 Hoffenheim: 5nta temporada
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Roberto Firmino es uno de los jugadores de moda.  Tras firmar una fantástica campaña el año pasado (marcó 15 goles en la Bundesliga) y empezar igual de fuerte en ésta (lo que le ha valido para entrar en las convocatorias de Dunga), el futbolista brasileño es hoy día uno de los mejores de la máxima división del fútbol alemán.

Firmino es un mediapunta con mentalidad de segundo delantero.  Sus extraordinarias cifras de goles no suelen ser habituales en futbolistas que jueguen detrás del punta y que, por tanto, no pisan con frecuencia el área sino que se encargan de filtrar balones a ese espacio o, como mucho, probar alguna vez a marcar desde lejos.  Por el contrario, si vemos un recopilatorio de los tantos anotados por el brasileño podremos observar que sólo una pequeña parte de ellos vienen de disparos lejanos, ya que la mayoría los transforma cómo un delantero de toda la vida: o entrando en el área con la pelota, o desmarcándose y finalizando tras un pase de algún compañero, o rematando un centro después de internarse en el área para ello.  Su lectura del juego es brillante, tanto cuándo no posee el balón (se desmarca muy inteligentemente, sabe cuando debe caer a las bandas e intuye con suma precisión los posibles despistes de los jugadores del equipo contrario) como cuando éste está en su poder (da casi tantas asistencias como goles marca, que no son pocos).  En lo físico, parece una bala sin serlo gracias a su ya comentada habilidad en la colocación y en la ruptura posicional, con la que se impone en carrera a los centrales constantemente.  Sus prestaciones en el juego aéreo, sin ser excelentes, son inusuales entre los jugadores de su posición.  También domina el regate y la conducción (da una sensación de bastante seguridad efectuándola, y sobre todo, sabe cuando debe soltar el balón), características que sumadas a sus virtudes en el posicionamiento y su visión del último pase le convierten en un magnífico director de transiciones defensa-ataque.  Sorprende muchísimo también su elevadísima media de robos de balón por partido, muy por encima de lo que es normal en jugadores cuya demarcación es la mediapunta.  La mayoría de ellos se dan después de que el brasileño sorprenda presionando desde atrás la espalda del rival poseedor de la pelota.  Si no consigue quitársela al primer intento y aquel se empeña en conducir hacia adelante, Firmino le persigue hasta que él mismo o un compañero suyo consigue su cometido.  La jugada es una fantástico ejemplo de que Roberto, además de ser bueno en lo técnico, es un jugador muy sacrificado.

Se dijo el verano pasado que el Atlético de Madrid estuvo de cerca de contratarle, pero finalmente el traspaso no prosperó y sigue siendo propiedad del Hoffenheim.  Sus características le hacían propicio para la táctica que por lo menos siguió el equipo colchonero el año pasado (en el actual cada vez se sienten más seguros con la posesión).
Su valor crece de la mano de sus buenas actuaciones, tanto con el equipo alemán como con el seleccionado brasileño, y su futuro, estará ligado a algún equipo de mayor entidad.

jueves, 20 de noviembre de 2014

El Barcelona de Luis Enrique: propuestas de solución de los problemas (3/3)

Esta entrada, la última de las 3 que dedico al Barça de Luis Enrique, es la más subjetiva de todas ellas, ya que comento los jugadores (internos o de otros clubes) que a mi parecer podrían funcionar en la táctica que parece querer aplicar el técnico asturiano.  Debería ser tomada pues más como un divertimiento personal que como una entrada de análisis.

Defensa central: el gran salto adelante lo daría el Barça con algo simple pero nada sencillo: recuperar a Piqué para la causa.  El central internacional debe dejar de ser noticia en la prensa que no le corresponde (la rosa/amarilla) y centrarse única y exclusivamente en volver a estar entre los cinco o diez mejores del mundo en su posición, algo para lo que tiene mimbres de sobra como demostró hace no tantas temporadas.  Él aportaría la técnica y la calidad en la salida desde atrás, mientras que a su lado haría falta un zaguero de perfil más físico, que sea rápido corriendo hacia atrás cuando el adversario salga a la contra.  Mathieu, con su potente y veloz zancada, es idóneo para ello.  Hacen también falta jugadores que sean capaces de suplir a cualquiera de los dos con garantías o que incluso puedan participar en rotaciones que impidan el desgaste de los titulares.  Marc Bartra  mejora a pasos agigantados y está predestinado a un puesto en el once inicial.  El de Sant Jaume dels Domenys cumple con el perfil de central con calidad para la salida desde atrás (sobre todo por esas conducciones suyas tan características).  Respecto al recambio de Mathieu, aunque suene arriesgado, no sería quizás mala idea confiar en alguno de los zagueros de origen africano del “B” (Bagnack, Diagné o Ié).  Excepto el último de los tres, que llegó fichado desde el Sporting de Lisboa, están acostumbrados a jugar desde pequeños en el estilo de posesión culé, y tienen un físico potente asociado a la genética propia del continente de donde proceden.  Por otra parte, la posición de mediocentro, al no tener que participar tanto en la circulación del balón cómo antes, se le puede confiar a un jugador más típico de esa demarcación, en definitiva, a un experto defensivo.  Y el Barcelona tiene a uno de los mejores (sino el mejor) de ese perfil: el “jefecito” Javier Mascherano.

Interiores: por la derecha, tal y como se ha comentado en la entrada anterior, se debería poder confiar sin preocupaciones en Rakitic.  Aunque su colocación defensiva es la que es -en el fondo, siempre tendrá reductos de su pasado como mediapunta- en el Barça cobra más importancia la recuperación inmediata del balón tras pérdida mediante el pressing, y en eso el croata sí que es un buen activo.  Por otro lado, nadie debería discutir sus prestaciones con la pelota: aunque no sea un experto en el juego de combinación que practica el Barcelona (su mejor rendimiento lo da de hecho actuando de lanzador en planteamientos contra-atacadores) tiene una gran calidad técnica que, con el tiempo, seguro le permitirá adaptarse mejor al tiki-taka.  Mientras tanto, y sin la presión de tener que ser él el organizador principal del juego, su aportación en materia de goles y asistencias debe ser decisiva en el nuevo Barça de Lucho.  En el lado opuesto y siempre y cuando Luis Enrique siga pidiendo lo que pide a los interiores, la mejor decisión sería fichar.  Por características y por, simplemente, ser uno de los mejores centrocampistas del mundo en la actualidad, Paul Pogba podría ser una opción muy interesante.  Lo único que se le debería pedir (sería esencial hacerlo) son dos cosas, quizás sus punto débiles: la falta de trabajo sobre el campo (ya que técnica en acciones defensivas la tiene y sobrada) y aprender a quedarse atrás más ocasiones (tiene la tendencia de irse siempre muy arriba).

Laterales: aquí sí que no hay excusa: teniendo en cuenta la vital participación de los laterales en el sistema de Luis Enrique, se debe poder alinear a jugadores de confianza en ambas posiciones, y tal y como comenté en la entrada anterior, ninguno de los actuales de la plantilla merece tal calificativo. Es por eso que los fichajes son aquí poco menos que una obligación.  En lateral zurdo, Ricardo Rodríguez (también analizado aquí) sería un fantástico fichaje de presente y futuro.  Pocos carrileros en el mundo aúnan una mezcla tan equilibrada de potencia física, talante defensivo y calidad en ataque. Por la derecha no encuentro en candidato tan claro, aunque uno de los que más me gustan es Mattia De Sciglio, del A.C Milan.  Es joven, defiende muy bien, y es un lateral moderno (en cuanto a la capacidad para incorporarse arriba) que además puede jugar en ambas bandas: no tardará en dedicarle una entrada.  Los dos laterales nombrados tienen una facilidad especial para poner centros en el área, los cuales el Barça podría aprovechar mejor ahora con Luis Suárez en la delantera.


viernes, 14 de noviembre de 2014

El Barcelona de Luis Enrique: los problemas (2/3)

En la anterior entrada vimos una pequeña introducción a la táctica que Luis Enrique ha pensado para su nuevo equipo, pero comentamos la existencia de algunos problemas que están impidiendo el buen desenvolver del juego del Barça.
  • La defensa central: es decir, los centrales + el mediocentro.  En el centro de la zaga con Mathieu -el único al que no se le pueden poner pegas hasta ahora- superando una lesión, el Barça ha pasado de pecar de falta de efectivos en número a falta de garantías a en el rendimiento de los mismos.  Mascherano, de 10 cuándo el rival ataca con el balón raso, es un verdadero dolor de cabeza en centros laterales y golpes francos indirectos.  A Bartra, a pesar de el gigante salto en su rendimiento, le siguen faltando algunos años de experiencia para jugar ante equipos de gran entidad, además de sufrir en la adelantadísima línea defensiva del Barcelona por su lentitud. También está Vermalaen, cuyo debut quien sabe si llegará a producirse jamás, y finalmente, el caso más interesante, el de Piqué.  Criticado por su comportamiento fuera del terreno de juego, se suele ser injusto con lo que ofrece dentro de él, aunque por otra parte es un objetivo criticar sus habituales errores puntuales que empañan actuaciones que son buenas durante la mayor parte del encuentro.  Respecto al mediocentro, Busquets, un experto para liderar el "embotellamiento" del rival cuándo el Barça tiene la posesión muy arriba, es lento y está muy solo si el rival ataca en transición.
  • Los laterales: los laterales azulgranas son quizás los más discutidos del mundo entre los que forman parte de grandes clubes.   Alves, considerado hasta hace nada el mejor del mundo en su posición, llama más la atención ahora por la irresponsabilidad que denotan pérdidas del balón inexplicables.  Alba ni defiende bien (su reposicionamiento de extremo a lateral se llevó a cabo en el Valencia, habiendo acabado ya su periodo de formación) ni tiene la calidad técnica que se necesita para el rol que Luis pide a los laterales.  A Adriano, interesante por su condición de ambidextro, tampoco se le puede dar mucha continuidad debido a sus constantes problemas musculares, mientras que ni Montoya ni Douglas parecen tener el nivel suficiente como para jugar en un equipo europeo que deba ser candidato a ganarlo todo.
  • Los interiores: el radical cambio que los interiores, ahora con más importancia en la defensa, han experimentado con Luis Enrique respecto a temporadas anteriores han generado incógnitas en el papel reservado a Iniesta, Rafinha y Xavi.  Los dos primeros por su condición de centrocampistas totalmente ofensivos, y al egarense por ser un constructor del juego sin calidad en la destrucción del mismo.  Rakitic, a pesar de las críticas recientes, demostró en los primeros encuentros tener capacidades de sobra para hacer lo que Luis le pide, ésto es, en primer lugar apoyar a Messi en la salida del balón, segundamente ser intenso en la presión para robar, y en tercer lugar sorprender por medio de disparos desde fuera, incorporaciones al área para rematar centros laterales o pases en profundidad.  El bajón en su rendimiento tiene seguramente algo que ver con el golpe a su confianza que le supuso ser señalado (pasando al banquillo) después de la derrota ante el PSG.  Al tener en un mal momento al único jugador con cualidades para llevar a cabo la nueva función demandada, Lucho a vuelto en partidos recientes al xavisistema, donde se recupera el papel interior de los centrocampistas (con Xavi cómo director de orquesta) y la presencia de los extremos.

Así finaliza la segunda parte de este análisis, que concluirá con una tercera entrada donde se propondrán soluciones concretas e incluso algún que otro nombre para resolver las dificultades que está experimentando el Barcelona.

martes, 11 de noviembre de 2014

El Barcelona de Luis Enrique: la táctica (1/3)

El nuevo inquilino del banquillo azulgrana, Luis Enrique Martínez, ha llevado a cabo desde su llegada los cambios tácticos más importantes respecto a etapas precedentes.
Seguramente, ni siquiera Guardiola modificó tanto el comportamiento de sus jugadores sobre el campo, ya que por ejemplo mantuvo (al menos en parte importante de su estancia) el 4-3-3 que había instaurado Rijkaard.  

Aunque ha habido variaciones tácticas en casi todos los partidos disputados hasta la fecha, los indicios apuntan a que la intención de "Lucho" es pasar a un 4-4-2 con un rombo en el centro del campo que pueda dar así entrada en el once inicial a los tres cracks: Messi, Neymar y el recién fichado Luis Suárez.  Los dos últimos juegan como puntas con libertad para caer a las bandas, algo que agradece sobre todo el brasileño (que prefiere regatear desde el perfil izquierdo del campo), mientras que el argentino, de mediapunta, es ahora en ausencia de Xavi la pieza más importante para enlazar centro del campo y delantera.

Tanto Busquets (que ha reducido en diez pases su media de las dos últimas temporadas de entregas por partido) como los interiores, muy abiertos para dejar espacio de recepción y maniobra a Leo, han visto reducida su influencia en la construcción del juego.  Por el contrario, los laterales ganan en responsabilidad en esta faceta, promediando los dos una media de seis pases dados más que durante la campaña anterior.  Ésto es posible por el hecho de que pueden conducir con más libertad ante la permuta que llevan a cabo los dos "supuestos" centrocampistas.

No obstante, y a pesar del prometedor inicio que permitió mantener la imbatibilidad y la portería a cero durante nueve partidos ligueros, la derrota ante el Real Madrid ha generado una maraña de dudas e incógnitas sobre el rendimiento colectivo, y más aún en algunos ámbitos y jugadores en concreto.  Estas serán comentadas en la entrada que será publicada el próximo viernes.